El jueves, millones de viajeros en Alemania se encontraron afectados por nuevas huelgas, después de que dos sindicatos convocaran paros de dos días para pedir mejores salarios y condiciones de trabajo.

La huelga de maquinistas obligó a cancelar alrededor del 80% de los trenes de larga distancia en el país, así como trenes regionales y de cercanías, los desplazamientos aéreos también se vieron afectados cuando el personal de tierra de la aerolínea alemana Lufthansa dejó de trabajar por la mañana.

Los paros provocaron atascos de tránsito en ciudades y autopistas, falta de autos compartidos y de alquiler, y pasajeros que trataban desesperadamente de cambiar sus vuelos para llegar a su destino.

Estudiantes y trabajadores tenían problemas para llegar a tiempo a sus escuelas o puestos de trabajo, ya que millones de personas que normalmente dependían de los trenes de corta distancia se vieron varados o atrapados en el tráfico.

Las negociaciones con el personal de tierra de la aerolínea y con los maquinistas de la operadora ferroviaria alemana Deutsche Bahn seguían en marcha, sin embargo, los sindicatos GDL y Ver.di convocaron huelgas para el jueves y el viernes.

Además de subidas salariales, GDL ha pedido que se reduzcan las horas de trabajo de 38 a 35 por semana sin una reducción de ingresos, algo que Deutsche Bahn ha rechazado, el sindicato Ver.di pide un incremento salarial del 12.5 por ciento o al menos 500 euros (542 dólares) al mes en negociaciones por los casi 25 mil trabajadores de tierra de Lufthansa, que incluyen personal de facturación y manejo de equipajes, así como empleados de mantenimiento y mercancías.