El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado una orden ejecutiva que busca restringir drásticamente las solicitudes de asilo en la frontera con México, marcando una de sus medidas migratorias más estrictas en plena campaña electoral para las elecciones de noviembre próximo.

La orden, que entrará en vigor este martes, permitirá a las autoridades estadounidenses deportar a quienes no cumplan con rigurosos estándares de asilo cuando las detenciones diarias en la frontera superen las 2,500. Así lo informaron altos funcionarios del gobierno a la prensa.

El presidente demócrata ha estado considerando esta acción unilateral desde hace meses, especialmente después del colapso de un acuerdo bipartidista sobre el tema migratorio, rechazado por los republicanos bajo la presión de Donald Trump, el virtual candidato presidencial republicano.

Los protocolos para solicitar asilo se relajarán nuevamente cuando la cifra de detenciones disminuya a un promedio de 1,500 diarias durante 14 días consecutivos. Sin embargo, esto podría resultar difícil de lograr, ya que la última vez que el promedio de detenciones fue de 1,500 diarias fue en julio de 2020, durante la pandemia.