La falta de recursos financieros y el haber obtenido el 1.9 por ciento de los votos en la elección presidencial afectó al partido del sol azteca.

Después de 35 años de historia, grandes liderazgos y gobernar 21 entidades del país, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se extinguió. Con la pérdida del registro del PRD también desaparece la izquierda mexicana comunista.

Su estrategia para mantener su registro no funcionó al no alcanzar el 3 por ciento de la votación como lo marca la ley. Los resultados electorales del pasado 2 de junio no le favorecieron, a pesar de aliarse con el PAN y PRI, sus adversarios por décadas.

La situación del llamado ‘partido del sol azteca’ no sólo es crítica por la pérdida de su registro federal y en más de 15 estados desde hace un par de años, sino también, por la falta de recursos financieros. Desde octubre de 2023, sus cuentas bancarias fueron congeladas.

De acuerdo con la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), en el apartado de “inventario de bienes”, desde 2018 hasta enero de 2024, el PRD cuenta con 39 inmuebles por donaciones o compras; entre ellos, la antigua sede partidista en la calle de Monterrey, Colonia Roma alcaldía Cuauhtémoc, con un valor de 25 millones 494 mil pesos y el edificio de Benjamín Franklin colonia Escandón, alcaldía Miguel Hidalgo, con un valor de 160 millones y la escritura está en trámite.

En caso de perder su registro ante el INE, que es quien lo oficializa, el PRD perderá su personalidad jurídica ante el instituto. Sus dirigentes y candidatos deberán cumplir las obligaciones en materia de fiscalización antes de que se extinga por completo.

Aún si un partido pierde el registro y no llega al 3 por ciento de la votación emitida en las elecciones, los candidatos del mismo que hayan obtenido triunfos durante los comicios nacionales, conservarán sus puestos.

De acuerdo con el corte de las 20:05 del pasado 3 de junio, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE) muestra que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sólo obtuvo el 1.9 por ciento de los votos en la elección presidencial, es decir, un millón 78 mil 701 votos; del 95.3 por ciento de las actas computadas; y por lo tanto, perdería su registro.

De acuerdo con el artículo 94 de la Ley General de Partidos Políticos es motivo de pérdida de registro: 

“No obtener por lo menos el tres por ciento de la votación válida emitida en alguna de las elecciones federales ordinarias para Diputados, Senadores o Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, tratándose de un partido político nacional, o de Gobernador, diputados a las legislaturas locales y ayuntamientos, así como de Jefe de Gobierno, diputados a la Asamblea Legislativa y los titulares de los órganos político-administrativos de las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, tratándose de un partido político local, si participa coaligado”.

Durante la madrugada del 3 de junio, la consejera presidente del INE, Guadalupe Taddei dio a conocer resultados del PREP y señaló que el PRD tenía en ese momento un rango de votación entre el 2.0 y el 2.7 por ciento en el Senado y del 2.4 al 3.1 por ciento de los sufragios en la Cámara de Diputados.

Por lo que, sólo tendrían entre 0 y 8 curules de las 500 que conforma la cámara baja, esto sin contar los legisladores plurinominales. En la LXIV Legislatura, el PRD tuvo cinco espacios y ahora tendría menos que en el anterior periodo. Fue el partido con menos representantes y en el Senado ocupó siete escaños, pero, al final de la legislatura cuenta sólo con tres lugares y no desapareció gracias a un “acuerdo político” con el líder de la mayoría, Ricardo Monreal, ya que se reconoce sólo Grupo Parlamentario si cuenta con un mínimo de cinco integrantes.

Además, de acuerdo con el INE, la distribución de votos entre partidos en coalición se obtiene dividiendo el número total de votos de la coalición entre el número de partidos que la integran. De haber sobrante en la operación, el residuo se suma a quien haya obtenido más votos por sí solo.

Eclipse

Pero el ‘sol azteca’ se niega a eclipsar. El dirigente nacional desde hace 15 años, Jesús Zambrano dijo que buscará la renovación del partido, ya que consideró que no puede extinguirse por una contienda electoral “inequitativa”; “el PRD va a seguir existiendo con o sin registro legal”.

El 1 de octubre de 2021, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó por unanimidad la declaratoria de pérdida de registro de los Partidos Políticos Nacionales Encuentro Solidario, Fuerza Por México y Redes Sociales Progresistas, al no haber obtenido por lo menos el 3por ciento de la votación válida en la elección federal ordinaria celebrada el 6 de junio de ese año.

Sin embargo, el Partido del Trabajo –aliado de Morena– la libró, en las elecciones intermedias ya que sus candidatos obtuvieron 3.2 por ciento de las preferencias, es decir, un millón 594 mil 828 votos.

El declive

Con la pérdida del registro del PRD también desaparece el extinto Partido Comunista Mexicano, instituto histórico de la izquierda mexicana, que tuvo su registro en 1922 con varios periodos y fusión con otras organizaciones y ante el fraude electoral de 1988 cuyo candidato presidencial fue Cuauhtémoc Cárdenas, se incorporó al Frente Democrático Nacional convirtiéndose en el Partido de la Revolución Democrática.

El pasado 5 de mayo llegó a su aniversario 35 el partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, entre otros. Y su dirigente, Zambrano aseguró que ese no sería su último festejo.

El PRD obtuvo su primer triunfo en 1997 cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la elección a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal con más del 40 por ciento de los votos. Además, llegó a gobernar los estados de Zacatecas, Tlaxcala, Guerrero, Michoacán, Chiapas, Morelos, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, y Baja California Sur. Hoy, no gobierno ningún estado.

El declive del PRD inició en septiembre de 2012 cuando Andrés Manuel López Obrador, ex dirigente y candidato presidencial del llamado ‘sol azteca’, renunció a su militancia para fundar el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y con él se fueron cientos de simpatizantes y dirigentes.

El 2 de diciembre de 2012, un día después de que el priista Enrique Peña Nieto rindió protesta como Presidente de la República, el dirigente del PRD, Jesús Zambrano firmó el Pacto Por México, un acuerdo político, económico y social para impulsar el crecimiento, construir una sociedad de derechos, eliminar prácticas clientelares y disminuir la pobreza y la desigualdad social; entre el gobierno federal y partidos políticos, provocando críticas al interior del perredismo.

En los últimos meses el dirigente del PRD se confrontó con otros liderazgos al no ser elegidos para algún cargo de elección popular, aunque después llegaron a un acuerdo, como fue el caso del ex gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien pidió la renuncia de Zambrano, al igual que el ex coordinador de la bancada en la Cámara de Diputados, Luis E. Cházaro.

A partir de ese entonces, el PRD se aliado con quienes fueron sus contrincantes y poco a poco fue perdiendo militancia, por lo que en las pasadas elecciones nuevamente se coaligó con el PAN y PRI para sobrevivir, “ya nos han matado y enterrado muchas veces”, declaró hace un mes Zambrano.

Fuente: Milenio