“No peleemos” por la reforma judicial, pide Ken a AMLO y Morena
“Entonces yo como embajador tengo opiniones y tengo ideas y es parte del diálogo, pero obviamente la soberanía de México es parte de lo que respeto”, dijo Ken Salazar.
En medio de una polémica política pocas veces vista con un embajador estadunidense, Ken Salazar le dice a Morena y al presidente Andrés Manuel López Obrador que la diferencia de opinión en torno a la reforma judicial no debe ser motivo de ruptura sino de encuentro entre socios que dialogan como iguales.
“No nos peleemos”, pide el embajador.
“Deberíamos celebrar el gran trabajo que hemos hecho entre México y Estados Unidos, entre el presidente (Andrés Manuel) López Obrador y (Joe) Biden”.
Pero Salazar, aunque invita al diálogo, sigue firme en su opinión: elegir jueces por voto directo minaría la democracia en México y “pondría en riesgo el espíritu del T-MEC”, por lo que respetuosamente llama a Morena y López Obrador a revisar otras alternativas en la redacción de la ley.
Y sugiere, en ese sentido, explorar otras opciones, como el ejemplo de su natal Colorado, en donde se permite ir por la revocación de mandato de funcionarios judiciales en las urnas, pero no su elección directa.
Sobre su otra advertencia, del ‘narco’ infiltrándose en el Poder Judicial, usa pocas palabras y alerta que “una elección popular directa no es buena idea. Esa es la opinión mía como embajador y se lo digo a México con todo respeto”.
Luego de que López Obrador le acusó desde la mañanera de imprudente e injerencista, Salazar responde con un tono tranquilo y evita entrar en una confrontación nacionalista. Sugiere que la reforma puede ajustarse durante el proceso legislativo.
“Sabemos que la reforma va con el proceso de la legislatura y luego también tiene que ir a los estados. En ese proceso hay mucho campo para hacer los cambios que se deberían de hacer a la vista mía y me parece que vamos a llegar a buen lugar. Tengo optimismo”, desliza.
En ese sentido y en respuesta a los puntos inamovibles de Morena —la elección popular—, Salazar es claro en que tampoco va a modificar su postura sobre los principales problemas que percibe en la reforma judicial en su forma actual, en buena medida en lo que se refiere a la designación de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte por vía de las urnas.
“Los estados que tienen elección popular de los jueces no son los mejores estados para la justicia porque ahí tienen que salir los jueces a hacer campaña”, advierte.
Convertido en el blanco de críticas por emitir una opinión en un tema de política interna —algo que siempre adquiere una mayor carga de sensibilidad, cuando se trata de embajadores estadunidenses—, Salazar no se arredra y da una respuesta que parece construida con los argumentos de Palacio Nacional: no se trata de meter la mano en el país, sino de abrir un “diálogo circular, diálogo entre socios e iguales, diálogo bueno, diálogo de respeto”.
Salazar también le responde a las voces que en Morena aseguran que en Estados Unidos hay elecciones de jueces por vía directa. Esto, en alusión a lo que han dicho tanto la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, como el ex canciller y futuro secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a quienes les hace una precisión amistosa.
“No hay elección para ningún juez federal en los Estados Unidos. No se elige a jueces federales”, les explica. “Y en donde sí se eligen, como en Texas, no es el mejor sistema para el pueblo”.
Esto es lo que dice el hombre de Joe Biden en México, en entrevista.
—El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo declaraciones fuertes ahí en la mañanera respecto a usted. ¿Cómo queda la relación con el Presidente?—
“Yo le tengo mucho respeto al presidente Andrés Manuel López Obrador. Ya llevo tres años en este trabajo y hemos hecho un trabajo histórico entre México y Estados Unidos. Y eso necesariamente quiere decir que hemos tenido una relación de colaboración que va a seguir”.
—En junio pasado no se oponía a la reforma judicial y planteaba que la decisión de elegir jueces por la vía de voto popular era exclusiva de los mexicanos, pero ahora tiene una postura diferente. ¿Por qué cambió de opinión?—
“No cambié de opinión, nunca he apoyado la elección directa de jueces y magistrados. La elección directa partidista de jueces puede tener riesgos muy grandes para México y eso es lo que planteé”.
“Soy abogado, sé de derecho, lo estudié y tuve casos en todas las cortes como fiscal de Colorado. Entonces yo sé mucho de un sistema que trabaja y no trabaja. Por ejemplo, no hay elección para ningún juez federal en los Estados Unidos. ¿Por qué? Porque ahí se tiene que impartir la justicia de manera imparcial, sin política y con certeza. No es perfecto, pero es un sistema muy bueno en la democracia más antigua del mundo”.
—Pero hay estados que sí eligen a sus jueces—
“Hay nomás siete estados donde hay elecciones a manera de partido, donde salen a campaña. Por ejemplo el estado de Texas, donde eso pasa y esos no son sistemas que trabajan muy bien para el pueblo”.
Salazar, quien fue gobernador de Colorado, hace aquí una sugerencia: pone a manera de un ejemplo que podría analizarse en la reforma judicial de Morena el sistema judicial de su estado natal, en donde no se elige a los jueces, pero sí se les puede revocar el mandato en las urnas, a manera de mantener un control democrático sobre su labor.
Así lo explica:
“(Se puede revisar) el modelo que tenemos nosotros en Colorado, donde ahí, porque yo fui parte de ese sistema, se ponen los jueces en la Corte Suprema y todas las cortes por el Ejecutivo, pero luego después de 10 años, hay una elección de retención donde el pueblo puede revocar el mandato. Eso no causa los problemas que se pueden causar en estados como Texas, donde hay elección directa popular”.
“Percibo que está pensando en un concepto híbrido quizás, no necesariamente estamos hablando de una elección directa, sino estamos hablando de una ratificación posterior”.
“Algo así. Yo apoyé ese sistema en Colorado porque el Ejecutivo ponía al juez, pero después de un tiempo, si el pueblo quería quitar al juez de la posición, lo podían remover”.
“Entonces si uno tiene un juez que no está haciendo el trabajo, hay la oportunidad para que el pueblo tenga una voz en una elección de revocación”.
—¿Un mecanismo así funciona tanto para la Suprema Corte como para jueces de distrito, para jueces locales?—
“Absolutamente, eso lo dijiste muy bien, sí, así, un sistema que funcione para todos porque lo que queremos es tener un sistema del poder judicial que sea fuerte, que sea independiente, pero que también tenga la realidad que sepa que los están cuidando con un cuerpo de disciplina y también con un voto de la gente”.
—En un tuit después de su conferencia, planteó a Morena y al presidente abrir un diálogo. ¿Les convocaría a que analicen una ruta menos radical en cuanto a la reforma judicial?—
“El Presidente me lo ha dicho en diferentes reuniones que el plan va ahora por la Cámara (de Diputados) y por el Senado. Espero que muchas ideas van a estar ahí sobre la mesa, en las Cámaras”.
“El objetivo, estamos bien claros, debería de ser de tener un Poder Judicial que sea mucho más fuerte, que no tenga corrupción y que le va a servir al pueblo de México. Como embajador tengo opiniones y tengo ideas y es parte del diálogo, pero obviamente la soberanía de México es parte de lo que respeto”.
Aquí, Salazar hace una pausa adicional, inserta otra precisión y aclara que, aunque su rueda de prensa desató críticas sobre la soberanía de México, él defiende la cooperación respetuosa.
“En los tiempos anteriores, incluso con el presidente anterior de los Estados Unidos, no hubo respeto a México. No importa qué se diga aquí, la realidad es que no había respeto. Nosotros en los últimos tres años, bajo el presidente (Joe) Biden y la vicepresidente (Kamala) Harris, hemos tenido nosotros un respeto a la soberanía de México, trabajando como socios, trabajando como iguales”.
—En la conferencia usted advertía que uno de los riesgos que podría derivarse de la elección de jueces por voto popular sería el de la infiltración del narcotráfico. ¿En qué basó esta afirmación?—
“Desde que yo llegué aquí, llevamos un trabajo ejemplar con el gobierno de México, en el tema de seguridad. Pero muchísimas veces nos han parado las cortes del Poder Judicial porque no toman una decisión, sea porque algunos de los jueces sean corruptos o tengan miedo. Les planteé aquí hace unos 10 días los dos casos de ‘Los Zetas’, donde dos de ellos están ahí sentados sin una decisión por ya más de nueve y 10 años”.
“Entonces, sí, la reforma del Poder Judicial es importante, pero la opinión que tengo yo es que una elección popular directa no es buena idea. Esa es la opinión mía como embajador y se lo digo a México con todo respeto”.
—Usted planteaba también el escenario de que la reforma pondría en riesgo la democracia en el país. ¿Y en qué se basa para decir eso?—
“Un Poder Judicial fuerte, independiente, imparcial, es el corazón de una democracia. He viajado por el mundo a lugares como Irak y Afganistán donde la democracia no existe. El reto más difícil para esos pueblos y esas sociedades fue fortalecer un Poder Judicial y nunca lo pudieron hacer”.
“Entonces esas naciones están temblando de muchas maneras porque no tienen la democracia. Yo he visto las diferencias en los sistemas mundiales y he visto también los diferentes modelos de los estados en la Unión Americana y los que tienen elección popular de los jueces no son los mejores para la justicia porque ahí tienen que salir los jueces a hacer campaña. Eso no me parece que sea una buena idea”.
—Esta semana vimos una carta que enviaron distintas asociaciones empresariales de Estados Unidos, entre ellos la American Petroleum Institute, la National Mining Association y la National Association of Manufacturers, advirtiendo que la reforma judicial podría poner en riesgo las inversiones dentro del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. ¿Cómo recibieron ustedes esta carta que también fue enviada al secretario Anthony Blinken?—
“La realidad es la realidad. Hay preocupación tanto en Estados Unidos como en Canadá. Yo conozco a los empresarios y quieren certidumbre”.
“Si van a ver ellos elección (de jueces) en el medio del 2025 y otra elección después del 2027, pues va a haber esta incertidumbre y eso puede tener impacto en las inversiones que se hagan acá en México. Es una realidad, es algo que nos está llegando a nosotros con mucha comunicación de empresarios mexicanos, de empresarios de los Estados Unidos y también de otros lugares”.
—¿Pondría la reforma judicial en riesgo el T-MEC?—
“El T-MEC es un acuerdo trilateral de ley, que tiene un poder legal en los tres países. El T-MEC también tiene la visión donde el presidente (Andrés Manuel) López Obrador, el presidente (Joe) Biden y el ministro (Justin) Trudeau han estado muy juntos como socios, claros en que América del Norte se tiene que levantar como la economía más poderosa del mundo”.
“Entonces eso es lo que se tiene que apoyar y mientras en el poder judicial no tengamos la certidumbre, sí puede tener ese impacto en quitarle el espíritu y el éxito que se le requeriría al T-MEC”.
—¿Ha tenido comunicaciones con otros países, con países aliados, sobre este tema?—
“Sí, mire, en el cuerpo diplomático nos recibimos llamadas. Y desde el embajador de Canadá, un amigo que verás es uno de los campeones a esta integración de América del Norte, pues tienen esas preocupaciones allá (en Ottawa)”.
—Y una vez que ya dijo lo que tenía que decir, ¿qué le gustaría que viniera del lado de Morena, del presidente, de la presidenta electa Claudia Sheinbaum respecto a este diálogo que ustedes están proponiendo? ¿Les gustaría sentarse de manera directa a platicar con ellos? Porque me queda claro el mensaje que da usted, pero lo que no me queda claro es lo que sigue después—
“Sabemos que la reforma va con el proceso de la legislatura y luego también tiene que ir a los estados. En ese proceso hay mucho campo para hacer los cambios que se deberían de hacer a la vista mía y me parece que vamos a llegar a buen lugar. Tengo optimismo”.
La voz del embajador de Estados Unidos en México pesa mucho y muchísimo, y no pareciera que fue bien recibido su comentario en los círculos de Morena.
“Los mexicanos electos van a tomar la decisión y nosotros, en diálogo, como familia, como socios, vamos a compartir nuestras ideas aquí en México. Es lo que podemos hacer. Pero si no podemos dialogar, no podemos compartir esas ideas. Lo que estamos haciendo es compartiendo ideas con el gobierno de México, con el Ejecutivo, con el presidente, miembros de su gabinete y así lo vamos a hacer, con diálogo bueno, diálogo con respeto”.
Dos fotografías cuelgan en uno de los muros de la oficina de Salazar y sirven para cerrar la entrevista. Una es con Joe Biden, el día de su nombramiento. La otra es del embajador sonriendo junto a López Obrador en un evento de Palacio Nacional. Tiene una dedicatoria escrita con plumón:
“Para mi amigo Ken Salazar con afecto y agradecimiento, por el trabajo profesional y respetuoso con México”.
—¿Sigue siendo su amigo el Presidente?—
“¡Sí! Lo invito (a que venga a esta residencia diplomática). Esto nunca había pasado, que trabajáramos como socios, con respeto. Me da orgullo que aquí tengo al presidente (Joe) Biden y a (Andrés Manuel) López Obrador y me falta que venga a esta casa”.
Fuente: Milenio