La hija de la actriz contó que lleva con ella un pedacito de su mamá.

Alejandra Guzmán vive el duelo por la muerte de su madre Silvia Pinal trabajando, la cantante está enfocada en su gira que inició días después del fallecimiento de su mamá, además, mandó a hacer un objeto muy especial con los restos de la mujer que le dio la vida.

La rockera tenía una relación cercana y divertida con la actriz Silvia Pinal, fallecida el pasado 28 de noviembre tras estar casi una semana hospitalizada; Silvia dijo en varias entrevistas que con su hija Alejandra se llevaba muy bien, la divertía, y reveló que cuando era joven fue muy rebelde.

Alejandra confesó en entrevista con “Despierta América” que aunque extraña a su madre, ella ya está descansando en paz, y antes de partir le regaló un momento muy especial, un reencuentro con su hija Frida Sofía, con quien está distanciada desde hace años.

Silvia Pinal, en un diamante

Después de recibir un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, los restos de Silvia Pinal fueron cremados, las cenizas se encuentran en la casa del Pedregal que fuera hogar de la actriz por años.

Las cenizas fueron bendecidas en una misa donde se dio a conocer que se encontraban en una urna con forma de corazón que hace alusión a la eternidad y a la esencia de Silvia Pinal; mientras deciden cuál será el destino final de las cenizas, a la Guzmán se le ocurrió una idea: con los huesos de se mandó a hacer un diamante.

“Yo mandé a hacer un diamantito, de sus huesos fíjate, sacan fósforo, tres elementos y con ellos forman un diamante; el diamante tiene un color especial porque cada uno somos únicos mandé a hacer un diamante para tener un pedacito de mi mamá; el diamante se me hace muy bonito”

Para la Guzmán, la muerte es un renacimiento, es ir a un lugar donde se es libre y se está libre de todo dolor.

“Yo la veo con Viri, con Titi, hermana de Frida”, dijo Guzmán, quien reiteró que la enseñanza de su madre es hacer en un escenario lo mejor que se puede y sacar el alma en cada presentación.

Fuente: El Universal