En una decisión que podría marcar un punto de inflexión, Israel y Hamás firmaron la fase uno de un cese al fuego, un acuerdo que contempla la pausa inmediata de hostilidades, el intercambio de rehenes y prisioneros, y un aumento urgente de ayuda humanitaria hacia la Franja de Gaza.

El acuerdo fue impulsado por Estados Unidos, con Qatar y Egipto sirviendo como mediadores clave durante las negociaciones. La firma formal del pacto fue anunciada públicamente por el presidente estadounidense, mientras que Israel y Hamás confirmaron su adhesión al documento negociado.

Se espera que la tregua entre en vigor dentro de 24 horas después de la ratificación final por parte del gabinete israelí. De concretarse hoy mismo esa aprobación, la pausa podrá comenzar el 10 de octubre de 2025. Con ello, organizaciones internacionales y agencias humanitarias se preparan para escalar el envío de suministros médicos, alimentos y asistencia a las poblaciones más vulnerables en Gaza.

Este acuerdo inicial representa un paso esperanzador hacia la reanudación de la estabilidad en la región. Aunque la paz duradera aún está lejos, esta tregua podría ofrecer un respiro vital para miles de civiles atrapados en el conflicto, y sentar las bases para negociaciones más profundas en el futuro.