China volvió a dejar al mundo con la boca abierta. En la ciudad de Liuyang, provincia de Hunan —conocida como la capital de los fuegos artificiales—, se llevó a cabo un impresionante espectáculo nocturno donde casi 16 mil drones iluminaron el cielo en una coreografía perfectamente sincronizada de luces y pirotecnia.

El show, titulado “Sky Tree” o “Árbol del Cielo”, combinó arte, tecnología y tradición para rendir homenaje a la identidad cultural de la región. Los drones formaron figuras como árboles brillantes, flores gigantes y cascadas doradas, en una secuencia visual que dejó a miles de espectadores sin aliento.

En total, 15 947 drones fueron controlados desde un solo ordenador, mientras otros 7 496 portaban fuegos artificiales que estallaron con precisión milimétrica, dando vida a una nueva forma de espectáculo donde el cielo se convierte en lienzo. El resultado fue tan extraordinario que Guinness World Records reconoció el evento con dos récords mundiales, por la mayor cantidad de drones volando simultáneamente y por el uso de drones con fuegos artificiales.

El evento fue diseñado por la empresa Gaoju Innovation de Shenzhen, en colaboración con los fabricantes locales de pirotecnia, reafirmando que cuando se trata de innovación y precisión, Asia sigue marcando el paso.

Más allá del récord, el espectáculo fue descrito como “una carta de amor de luz al mundo”, una metáfora luminosa que refleja el equilibrio entre tecnología, arte y respeto por el entorno. A diferencia de los fuegos artificiales tradicionales, los espectáculos de drones generan menos contaminación y residuos, convirtiéndose en una alternativa sostenible que también cuida al planeta.

Una vez más, China demuestra que cuando se trata de mirar al cielo y soñar en grande, los asiáticos simplemente lo hacen mejor.