El Cabildo de El Paso, Texas, proclamó de manera oficial el 18 de noviembre como el “Día de Eddie Guerrero”, un homenaje profundamente emotivo a uno de los luchadores más influyentes de la historia moderna de la lucha libre y orgulloso hijo de esta ciudad fronteriza. La sesión pública estuvo llena de sentimiento, memoria y una presencia palpable del legado del mítico “Latino Heat”.

Eddie Guerrero, nacido el 9 de octubre de 1967 en El Paso, fue uno de los talentos más carismáticos de la WWE y parte central de la histórica dinastía Guerrero. Con su estilo técnico, su personalidad explosiva y su inolvidable lema “Lie, Cheat and Steal”, alcanzó la cima mundial en 2004 cuando se coronó Campeón de la WWE, convirtiéndose en el primer mexicoamericano en lograrlo. Falleció en 2005, pero su impacto permanece intacto.

Su trayectoria, su conexión con la frontera y el amor que profesó siempre por El Paso motivaron al Cabildo a otorgar este reconocimiento póstumo que, más allá de lo institucional, se convirtió en una auténtica celebración comunitaria.

Una ceremonia llena de familia, lucha libre y emoción

La sala del Ayuntamiento estalló de ovaciones cuando la concejal Diana Maldonado Rocha, del Distrito 3, abrió la ceremonia visiblemente conmovida.

“Hoy honramos a uno de los hijos más grandes de El Paso: Eddie Guerrero. Una leyenda cuya pasión y orgullo llevaron el nombre de esta ciudad al escenario global”, expresó ante decenas de asistentes, entre ellos luchadores locales e internacionales, jóvenes atletas, aficionados y quienes crecieron inspirados por el “Latino Heat”.

La edil destacó que, a dos décadas de su partida, la influencia de Guerrero sigue viva en cada luchador que busca su identidad y en cada fan que mantiene su memoria. También reconoció la presencia de Los Cobardes, leyendas de la Lucha Libre juarense, además del equipo de lucha de Jefferson High School, donde Eddie compitió en su juventud.

La proclama: un reconocimiento al corazón de El Paso

Durante la sesión se leyó la proclama oficial, que destaca los pilares que sostienen el legado del luchador:

• Su origen humilde y su ascenso a figura mundial.
• Su conexión permanente con El Paso.
• Su capacidad para motivar a niños y jóvenes en escuelas locales.
• Su histórico triunfo en la WWE en 2004.
• Su carisma, su fe y su camino personal de redención.
• Su influencia en generaciones de fanáticos en todo el mundo.

El documento, firmado por el alcalde Renard Johnson, concluye con la designación del 18 de noviembre como el Día de Eddie Guerrero, una fecha que desde ahora será parte de la identidad cultural de la ciudad.

La voz de su hija: un tributo desde el corazón

Uno de los momentos más conmovedores ocurrió cuando Sherilyn Guerrero, hija de Eddie, tomó la palabra. Con la voz entrecortada, agradeció al Cabildo, al alcalde y a toda la comunidad por mantener viva la memoria de su padre.

“Si mi papá estuviera aquí… pero viendo a esta multitud, él está aquí”, expresó, recibiendo un aplauso de pie de todo el salón.

Sherilyn recordó la profunda conexión emocional de Eddie con la ciudad:
“Él amaba El Paso. Se iluminaba cuando hablaba de la ciudad o cuando volvía a casa. Aquí encontraba paz, aquí se reencontró consigo mismo”.

También compartió cómo, gracias a vivir en la región, pudo conocer al Eddie fuera del ring: el hijo, el amigo, el consejero, el hombre de fe.

Al finalizar, prometió continuar el legado familiar como tercera generación Guerrero en la lucha libre:
“No solo continuaré su legado en el ring, sino también reflejaré el corazón del hombre que él fue. Eddie Guerrero sigue vivo”.

“El Paso amaba a tu padre”

El alcalde Renard Johnson cerró la ceremonia con palabras que encapsularon el sentimiento general del homenaje:

“Dijiste que tu padre amaba a El Paso. El Paso amaba a tu padre. Tu padre hizo tanto por esta ciudad: su entrada en lowrider, su humor, su corazón”.

El acto finalizó entre aplausos, fotografías familiares, aficionados coreando “¡Eddie! ¡Eddie!” y la promesa de que, a partir de ahora, cada 18 de noviembre será un recordatorio de la pasión y el espíritu indomable de una leyenda que, aunque físicamente ausente, sigue luchando en la memoria de miles: Eddie Guerrero, el eterno Latino Heat.