Cuida tu estómago en Navidad: lo que sí y lo que no debes comer

Cuida tu estómago en Navidad: lo que sí y lo que no debes comer

Las fiestas navideñas llegan cargadas de reuniones, cenas abundantes y antojitos irresistibles… pero también de indigestión, reflujo y estómago irritado si no se tiene moderación. Para disfrutar sin pagar las consecuencias, aquí te dejamos una guía rápida y ligera para mantener tu salud digestiva durante estas semanas.

Durante esta temporada solemos combinar grasas, azúcares, alcohol y porciones grandes, una mezcla que puede saturar al estómago. Platos muy grasosos, fritos, embutidos, postres excesivos y bebidas alcohólicas están entre los principales detonantes de malestar, hinchazón o acidez. Además, acostarse justo después de la cena es casi garantía de una mala noche.

La buena noticia: puedes disfrutar sin sufrir. Los especialistas recomiendan comer despacio y masticar bien, tomar porciones pequeñas y esperar unos minutos antes de repetir, así como incluir siempre verduras, frutas o cereales integrales en el plato para ayudar al tránsito intestinal. Mantener una buena hidratación también es clave para prevenir pesadez y estreñimiento.

Un truco útil es comer algo ligero antes de ir a una posada, como fruta, yogur o un puñado de nueces; así llegas con menos ansiedad y evitas los excesos. Después de una comida pesada, un paseo corto puede mejorar la digestión. Y si hay molestia, una taza de té de manzanilla, menta o jengibre suele ser un alivio rápido y natural.

Finalmente, evita acostarte inmediatamente después de cenar: lo ideal es esperar al menos dos horas para reducir el riesgo de reflujo. Mantener un mínimo de actividad física en estas fechas también ayuda a que tu sistema digestivo trabaje mejor.

Este año, dale a tu estómago un respiro. Disfruta la comida… sin arrepentimientos al día siguiente. Si deseas, puedo generar una versión gráfica para redes sociales o una lista de tips para compartir.