“Encerrados en salas de aislamiento”: las decenas de niños autistas que fueron maltratados en un colegio inglés
Una captura de pantalla de las imágenes registradas por una cámara de seguridad muestra a un menor de edad siendo agredido.
Imágenes registradas por la cámara de seguridad de una escuela muestran cómo se empuja a niños autistas en cuartos de aislamiento acolchados, se les tira al suelo, se les sujeta por el cuello o se los deja solos, sentados en vómito.
Los registros de la Whitefield School, en el noreste de Londres, se asemejan a una “tortura”, según le dijo una experta en protección de menores.
Las imágenes muestran por primera vez la realidad a la que se enfrentaban los alumnos.
Una investigación policial sobre las imágenes de abusos, tomadas dentro de las denominadas “salas de calma” de la escuela especial entre 2014 y 2017, terminó a principios de este año sin una acusación formal.
Sin embargo, los padres dicen que a ellos les ha quedado el tener que lidiar con el trauma.
La escuela afirma que la nueva dirección encontró las imágenes tras el cierre de las salas y las compartió con la policía.
“Es una tortura”
Cerca de 40 niños con dificultades de aprendizaje y desórdenes mentales severos eran aislados por horas en las habitaciones, usualmente sin comida ni agua.
Seis de las familias han accedido a que se muestren las imágenes para revelar la magnitud y gravedad del trauma que sufrieron sus hijos, sobre el que creen que se les ha engañado.
Los videos muestran a los alumnos, muchos de los cuales no pueden expresarse verbalmente, clara y severamente angustiados, y a varios se les ve autolesionarse durante periodos prolongados.
En las imágenes vistas, el único momento en que el personal de la escuela de Walthamstow interviene durante la estancia de los niños en las habitaciones, es cuando uno de ellos lanza repetidamente sus zapatos a las cámaras de videovigilancia. Corren a detenerlo y aparentemente uno de los profesores lo golpea.
“Me rompe el corazón”, dice la madre de uno de los niños abusados después de ver las imágenes por primera vez. “No le harías eso ni siquiera a un perro”.
Las directrices del gobierno dicen que en Inglaterra los alumnos problemáticos pueden ser enviados a “salas de aislamiento” por una duración “limitada” y que las instalaciones deben ser “adecuadas”.
También se han encontrado pruebas de malos tratos en las salas de aislamiento en otras escuelas de Reino Unido. Un niño autista fue encerrado en una jaula.
El diputado local Iain Duncan Smith afirmó que las imágenes de la Whitefield School “deben conducir a un cambio profundo” y las calificó como “impresionantes”.
Elizabeth Swan, experta en protección de menores, sostuvo que se trata “fácilmente de las peores imágenes” que ha visto.
“Miras a los niños y se les está frustrando y responden a ese trato con comportamientos autolesivos, es una tortura”, afirmó.
Las alertas y las acusaciones de encubrimiento
La Whitefield School fue calificada como sobresaliente hasta que, en 2017, Ofsted -la Oficina de Estándares de Educación de Reino Unido- descubrió el uso de habitaciones vacías, acolchadas y sin ventanas para aislar a los niños.
Pero la existencia de las grabaciones de las cámaras de vigilancia no se hizo pública hasta 2021, cuando se supo que se había iniciado una investigación tras el descubrimiento de una caja de memorias USB que contenía 500 horas de imágenes perturbadoras del interior de las habitaciones.
En abril, expusimos cómo las investigaciones de salvaguardia encargadas por la escuela habían demostrado que seis miembros del personal de Whitefield habían abusado de los alumnos, pero no fueron remitidos al Servicio de Divulgación y Restricción del gobierno (proceso que puede terminar con una prohibición de trabajar con niños) y tres de ellos continuaron trabajando en la escuela.
Desde que comenzamos a investigar, hemos obtenido documentos filtrados de la escuela y el ayuntamiento, y hemos hablado con 17 de las 39 familias afectadas.
Deborah, la madre de Jamie, vio las imágenes de la sala de aislamiento después de que la policía invitara formalmente a las familias a ver los abusos, tras nuestro informe de abril.
“Ves cómo abrían la puerta y golpeaban a Jamie en la espalda… salió volando hasta el suelo”, dijo, tratando de contener las lágrimas.
Jamie fue encerrado junto a su abrigo y su bolso en la habitación. Deborah dice que esto demuestra que estaba “calculado” que se quedaría ahí hasta finalizado el día, incluso aunque se calmara.
Asegura que su hijo sufrió por primera vez en su vida una convulsión justamente luego de haber sido ingresado a las “salas de calma” y cree que el trato que recibió disparó su epilepsia.
El estrés puede contribuir al desarrollo de la epilepsia o desencadenar convulsiones en quienes la padecen.
Otras familias contaron que sus hijos desarrollaron trastorno de estrés postraumático (TEPT) luego de ser encerrados en las habitaciones de tranquilización.
Una de las familias dijo que su hijo había sufrido un daño psicológico severo y que posteriormente tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico porque corría el riesgo de hacerse daño a sí mismo.
Los padres afirman que se quejaron a la escuela de las lesiones inexplicables y del uso de las salas, pero que esto no dio lugar a una investigación, a pesar de que se disponía de las pruebas de las cámaras de vigilancia.
“Es un encubrimiento desde lo más alto”, afirma Deborah. “No entiendo cómo han podido salirse con la suya con este nivel de abusos y que nadie rinda cuentas”.
Otra familia se quejó después de que su hijo volviera repetidamente a casa con heridas en la nariz. Las grabaciones de video filtradas muestran al niño dándose puñetazos en ella mientras estaba solo dentro de la habitación.
Se han pasado meses tratando de averiguar quién sabía de las preocupaciones que rodeaban el uso de estas habitaciones y por qué no hubo una investigación en torno al daño sufrido por los niños en las denominados “salas de calma” después de la visita de Ofsted en 2017.
Luego de que se cerraran las salas, una revisión realizada por un director del fideicomiso que gestiona la escuela informó de que los gobernadores y un miembro del personal del consejo local, Waltham Forest, habían visitado las habitaciones. Pero no se registró ninguna alerta en ese momento.
Se ha sabido que la tarea de revisar las cámaras de seguridad se dejaba en gran medida en manos de una sola profesora auxiliar.
Una vez a la semana, descargaba las imágenes y las comparaba con las observaciones escritas del personal antes de comunicar cualquier incidente o preocupación a los jefes.
Sin embargo, no informó de muchos de los más de 20 videos que mostraban un uso excesivo de la fuerza, según una investigación de salvaguarda de la escuela respecto de su conducta, que concluyó que hizo “vista gorda” ante las fallas del personal.
También se descubrió que ella misma había maltratado a un niño al utilizar una colchoneta de rugby para empujarlo a la esquina de una habitación. A pesar de ello, no fue desvinculada.
Encerrado en una jaula
Según las grabaciones de su entrevista obtenidas, la mujer dijo a los investigadores que ponerse en contacto con la dirección del centro era “difícil para una profesora auxiliar” y que se había “insensibilizado” ante las imágenes.
Otra profesora le dijo al investigador que había visto imágenes de un colega observando cómo un niño se masturbaba durante más de una hora. La policía informó de que no pudo corroborarlo.
También se han destapado otros escándalos que afectan a niños con necesidades educativas especiales sometidos a aislamiento en centros de todo Reino Unido, como el caso de un niño autista que fue encerrado en una jaula en un colegio hace unos 10 años.
En el interior de una escuela llamada Include en Bury St Edmunds, la zona baja de una escalera estaba rodeada por una jaula, y había una segunda con un colchón en su interior.
El organismo, que ofrece servicios alternativos para los niños fuera de la educación general, es dirigido por la organización benéfica Catch22.
La madre del niño autista no descubrió la existencia de estas jaulas hasta que visitó la escuela sin cita previa, preocupada por la verdadera naturaleza de lo que llamaban “la guarida”.
Ella dijo que la jaula bajo la escalera era cubierta por una manta cuando el niño gritaba y que a veces su hijo era encerrado ahí hasta durante seis horas, sin agua ni acceso a baños.
“Ni siquiera un animal habría sido dejado en una jaula por tan largo tiempo”, afirma.
Los registros del Consejo señalan que Ofsted fue informada acerca del hallazgo de la madre, pero no hubo ninguna inspección de la escuela. El organismo ahora dice que no puede encontrar ningún registro de alguna denuncia.
Catch22 dice que los espacios fueron utilizados por la dirección anterior y un informe del Consejo de 2018 concluyó que no había pruebas de que los alumnos estuvieran encerrados dentro de las jaulas.
Según el diputado Duncan-Smith, es urgente regular el uso y el diseño de las llamadas salas de calma.
Tras nuestra investigación en abril, el Comisionado de la Infancia también pidió cambios en la orientación sobre el uso del aislamiento en escuelas especiales, lo que no ha sucedido. El Ministerio de Educación afirma que está “estudiando” la forma de “reforzarlas”.
La Policía Metropolitana dice que continúa conduciendo “investigaciones más amplias” acerca de Whitefield, pero no relacionadas con casos de abuso. La Fiscalía declinó hacer comentarios.
Flourish Trust, que administra Whitefield, afirma que ha aprendido de los errores cometidos en este caso.
Ofsted dice que la responsabilidad de investigar el daño causado a los niños después del descubrimiento de las salas de calma recae en el Departamento de Educación, como regulador, y el consejo local de Waltham Forest.
Aunque no investigó después de la inspección de Ofsted, Waltham Forest asegura que ahora encargará una revisión local del caso, la que dice será “totalmente independiente”.
El organismo sostiene que no había pedido revisar cámaras de vigilancia porque no sabía que existían.
Waltham Forest también dice que ha ofrecido orientación y apoyo a las familias.
Pero ellas dijeron que sus hijos necesitan ayuda significativa y de amplio alcance para hacer frente a los abusos que enfrentaron, con cuyas consecuencias cargarán para el resto de sus vidas.
Fuente: BBC