Lo que comenzó como una noche memorable en el concierto de Coldplay en el Gillette Stadium terminó desencadenando una crisis corporativa para Astronomer, empresa especializada en DataOps e inteligencia artificial.

El director ejecutivo de la firma, Andy Byron, presentó su renuncia irrevocable luego de ser captado por la cámara del evento en una escena comprometedora junto a Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de la misma compañía. Ambos ejecutivos están casados, pero no entre sí.

El momento, difundido a través de la popular “kiss cam”, mostró a Byron y Cabot en un abrazo afectivo que fue interpretado por la audiencia como un gesto íntimo. El video se volvió viral rápidamente y acumuló más de 22 millones de visualizaciones en plataformas como X (antes Twitter), generando una ola de críticas, memes y cuestionamientos éticos hacia los protagonistas.

La empresa reaccionó con rapidez: el 18 de julio, Byron fue suspendido de manera provisional mientras se realizaba una revisión interna. Al día siguiente, Astronomer emitió un comunicado anunciando que el directivo había renunciado y que el Consejo de Administración aceptó su dimisión.

“Esperamos que nuestros líderes den el ejemplo tanto en conducta como en responsabilidad, y recientemente, eso no se cumplió”, señaló la compañía en su declaración pública.

Mientras tanto, el cofundador y actual director de producto, Pete DeJoy, fue nombrado CEO interino mientras la firma evalúa opciones para el relevo definitivo.

De escándalo a videojuego

El incidente ha dado pie a una inusitada respuesta cultural: la creación de un videojuego titulado “Coldplay Canoodlers”, desarrollado en menos de 24 horas por Jonathan Mann, reconocido por sus sátiras tecnológicas. El juego, de estilo point-and-click, desafía a los jugadores a encontrar a Byron y Cabot entre una multitud pixelada, al estilo del clásico “¿Dónde está Wally?”

Cuando los personajes son ubicados, se activa una animación acompañada del audio viral del concierto, incluyendo la frase del vocalista Chris Martin: “¿Están teniendo una aventura o solo son muy tímidos?”

El juego ha sido descrito como “adictivo” y se ha vuelto popular en TikTok, Reddit y X, donde los usuarios comparten sus récords de tiempo y reacciones al fenómeno.

Lo que parecía un momento aislado en un concierto se ha convertido en una historia que combina ética corporativa, cultura digital y entretenimiento viral, dejando lecciones para el mundo empresarial sobre imagen pública, comportamiento en redes y límites entre lo personal y lo profesional.

Fuente: Quién