El mexicano perdió en Las Vegas sus títulos de las 168 libras ante un sorpresivo Terence Crawford

La era de Saúl “Canelo” Álvarez en las 168 libras llegó a su fin. El mexicano cayó por decisión unánime ante el estadounidense Terence Crawford, quien firmó una actuación estratégica e impecable para convertirse en el nuevo campeón indiscutido de la categoría.

Al sonar la última campanada, Crawford no pudo contener la emoción: de rodillas en el cuadrilátero y con los guantes bajos, celebró haber vencido a uno de los gigantes del boxeo mundial.

Un plan ejecutado con precisión

La pelea inició con calma y bajo ritmo, con ambos peleadores midiendo fuerzas. Sin embargo, desde los primeros asaltos, Crawford comenzó a imponer su estilo: movilidad constante, jab preciso y golpes rectos que poco a poco neutralizaron al Canelo.

Aunque en las primeras tarjetas el mexicano aparecía arriba, la realidad era que Crawford tejía una estrategia que atrapaba a su rival. Desde la esquina, Eddy Reynoso pedía a Álvarez entrar y salir con mayor movilidad, pero el tapatío no mostró la velocidad ni la cintura defensiva de otras ocasiones.

El punto de quiebre

En el cuarto round, Crawford encontró confianza. Su jab castigaba el rostro del Canelo, que comenzó a enrojecerse. A partir de ese momento, el estadounidense tomó el control absoluto de la pelea.

Mientras Álvarez buscaba conectar ganchos de izquierda, Crawford aumentaba la presión con combinaciones y uppers que hicieron evidente la falta de respuesta del mexicano.

La desesperación del Canelo

El séptimo asalto, tradicionalmente el punto fuerte de Canelo para desgastar a sus rivales, no fue suficiente. Crawford, adaptado a las 168 libras, se mantuvo firme y sin señales de fatiga.

Para el noveno round, la desesperación de Álvarez era evidente. Recibió una ráfaga de golpes en el centro del ring y, sin alternativas, incluso recurrió a un cabezazo para frenar el castigo. Sin embargo, nada logró revertir el rumbo.

Crawford llevó la pelea hasta el final, golpeando con precisión a un Canelo desconcertado y sin reacción. La decisión unánime de los jueces confirmó la tercera derrota en la carrera del mexicano y coronó a Crawford como el nuevo rey de los supermedianos.