La diputada Iraís Reyes (Movimiento Ciudadano) protagonizó un momento polémico en la Cámara de Diputados al subir a tribuna con un control de Xbox en la mano, para protestar contra la propuesta de imponer un impuesto del 8 % a videojuegos con contenido violento.

En su intervención cuestionó que las autoridades pretenden gravar un sector entero con el argumento de la salud pública:

“No a los impuestos absurdos, sí a combatir la violencia real… como si jugar fuera un problema de salud pública, como si los gamers fueran delincuentes.”

Reyes defendió que no existen evidencias confiables que demuestren que jugar videojuegos genere violencia real.

“Nadie se convierte en criminal por lanzar un ‘Fatality’ en Mortal Kombat… nadie termina en la delincuencia por sobrevivir al apocalipsis en The Last of Us.”

La legisladora también señaló que países con consumo masivo de videojuegos, como Japón y Corea, no presentan altos índices violentos por ese motivo, lo que refuerza su postura de que la violencia real proviene de un Estado con fallas.

Según reportes recientes, la propuesta de impuestos saludables en el Paquete Económico 2026 contempla el gravamen del 8 % para videojuegos clasificados como violentos, tanto en formato físico como digital. Con esta medida, el gobierno busca aumentar ingresos públicos y justificarla con argumentos de salud mental infantil. WIRED+2El País+2

La iniciativa enfrenta resistencia de la industria del entretenimiento, jugadores y algunos legisladores que cuestionan tanto su efectividad como su impacto económico y cultural.