Estados Unidos y Ucrania lograron avances significativos en unas negociaciones en Ginebra para un nuevo plan de paz, aunque hasta ahora no han hecho públicos los detalles.

El plan, impulsado por EE.UU. y respaldado por su administración, incluye puntos muy controvertidos, como el reconocimiento de Crimea, Donetsk y Luhansk como parte de Rusia y la limitación del tamaño del ejército ucraniano.

Algunos aliados europeos han mostrado preocupación, pues consideran que el documento favorece en exceso a Moscú.

Funcionarios ucranianos, incluyendo a Andriy Yermak, han dicho que sus demandas fueron tomadas en cuenta, aunque advierten que aún no se han definido mecanismos de seguridad claros para su país.

Desde EE.UU., el negociador Marco Rubio insistió en que el plan es dinámico y puede seguir cambiando, pero otros aliados están en alerta por las posibles concesiones territoriales.