AMLO REGRESA AL ESCENARIO… Y EN JUÁREZ, NEVÁREZ SALE POR LA PUERTA ENTREABIERTA
El fin de semana dejó dos movimientos que sacudieron el ajedrez político nacional y local: AMLO reapareció tras meses de silencio, mientras en Ciudad Juárez la renuncia de Sergio Nevárez a la JMAS dejó más dudas que certezas. Dos historias diferentes, un mismo mensaje: la política nunca descansa, solo cambia de escenario.
AMLO REGRESA… Y LE MANDA UN MENSAJE A LA OPOSICIÓN
Desde su rancho en Palenque, Andrés Manuel López Obrador reapareció en video después de meses fuera del foco público. Oficialmente lo hizo para promover su nuevo libro, pero su mensaje dejó clara otra intención: cerrar filas con la presidenta Claudia Sheinbaum justo cuando la oposición arreció críticas y buscó debilitarla en la narrativa pública.
El exmandatario habló de su legado, de los logros de su gobierno y aseguró que no volverá a la política activa. Pero su presencia, su voz y el momento elegido dejan entrever algo más:
➡️ AMLO sigue siendo factor político y no está dispuesto a dejar sola a la presidenta.
➡️ La oposición esperaba desgaste; recibió un respaldo simbólico que reordena la conversación.
En pocas palabras:
AMLO reapareció para demostrar que sigue moviendo la aguja política cuando quiere… y que la 4T todavía tiene líder moral.
NEVÁREZ SE VA DE LA JMAS… PERO LA HISTORIA NO ESTÁ COMPLETA
Mientras tanto, en Ciudad Juárez, Sergio Nevárez dejó la dirección de la JMAS con un discurso de “misión cumplida”. La gobernadora Maru Campos dijo que “su ciclo terminó”, pero entre funcionarios, especialistas y actores políticos locales la lectura es distinta.
Porque sí, hubo obra importante; sí, se invirtieron miles de millones en infraestructura hidráulica; y sí, su salida fue presentada como ordenada.
Pero también es cierto que:
➡️ Hubo choques públicos con el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar.
➡️ Crecía el malestar por tarifas, zanjas abiertas y obras interminables.
➡️ Rumores fuertes apuntaban a que Nevárez buscaba brincar a la política electoral en 2027.
La renuncia llegó rápido, sin transición visible y con explicaciones cortas. Eso suele significar sólo una cosa: la decisión no fue tan tersa como se dijo.
En el mejor de los casos, Nevárez se baja para preparar un proyecto político personal.
En el peor, lo bajaron por presiones cruzadas entre Estado y Municipio.
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