La Asociación Nacional de Actores (ANDA) informó en sus redes del deceso del primer actor Ernesto Gómez Cruz, ocurrida la noche del sábado 6 de abril, quien contaba con 90 años.
“La comunidad artística está de luto ante el triste fallecimiento de nuestro querido colega Ernesto Gómez Cruz. Enviamos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares, amigos y compañeros en este difícil momento. México pierde a un destacado artista y compañero de talento indiscutible. Descanse en paz.”

Ernesto Gómez Cruz, originario de Veracruz, nació el 7 de noviembre de 1933. Inició su carrera en la fotografía en su estado natal, pero fue su encuentro con un amigo lo que lo llevó al mundo del arte dramático. Aunque su sueño era ser cantante, su timidez y falta de preparación lo llevaron a dedicarse por completo a la actuación. Su debut cinematográfico fue en 1966 con la aclamada película “Los Caifanes” de Juan Ibáñez, compartiendo escena con destacadas figuras como Julissa, Óscar Chávez, Eduardo López Rojas, Enrique Álvarez Félix y Sergio Ramírez, obteniendo el reconocimiento con su papel de “El Azteca” y ganando la Diosa de Plata.

A lo largo de su carrera, participó en más de doscientas películas, destacando en obras como “La ley de Herodes” (1999), “Un mundo maravilloso” (2006), “El infierno” (2010) y “La dictadura perfecta” (2014) de Luis Estrada; “Bandidas” (2006) de Joachim Ronning y Espan Sandberg; “Cadena perpetua” (1975), “El imperio de la fortuna” (1986) y “El carnaval de Sodoma” (2006) de Arturo Ripstein; “El crimen del padre Amaro” (2002) de Carlos Carrera; “El callejón de los milagros” (1995) de Jorge Fons; “El padre Gallo” (1986) de Gonzalo Martínez Ortega, “El Norte” (1983) de Gregory Nava, y “Canoa” (1975) de Felipe Cazals, entre otras destacadas producciones.

Además de su carrera en el cine, Gómez Cruz también dejó una huella imborrable en el teatro y la televisión, destacando su participación en la tercera temporada de la serie “Capadocia” (2012). A lo largo de su trayectoria, fue galardonado con siete Premios Ariel por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, siendo reconocido con el prestigioso Ariel de Oro en 2014. Su versatilidad artística le permitió brillar tanto en dramas como en comedias, dejando un legado perdurable en la historia del cine mexicano.