Ayer, las autoridades informaron que la cifra de fallecidos por los incendios forestales en Chile ha aumentado a 112. El presidente Gabriel Boric describió la situación como una tragedia de magnitudes muy grandes, anticipando un aumento significativo en el número de víctimas a medida que continúen los trabajos de protección civil y rescate.

La mayoría de los incendios afectaron la región costera de Valparaíso, que alberga a casi un millón de habitantes, es sede del Congreso y cuenta con uno de los principales puertos del país. Boric anunció en un mensaje nacional que se mantendrá el toque de queda y se reforzará la presencia militar en las zonas afectadas.

Tanto la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, como el gobernador de la región de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, reportaron que hay varias cientos de personas desaparecidas. Según el Servicio Médico Legal, hasta ayer, se habían identificado 32 de las 99 víctimas y más de 3 mil viviendas resultaron afectadas.

Los incendios también se extendieron a las regiones centrales de O’Higgins, Maule, Ñuble y La Araucanía, obligando a detener las operaciones de la refinería Aconcagua, la segunda más grande del país, ubicada al norte de Viña del Mar.

La canciller mexicana, Alicia Bárcena, destacó la solidaridad entre México y Chile al comunicarse con su homólogo Alberto van Klaveren para ofrecer la ayuda y solidaridad del presidente Andrés Manuel López Obrador.