Este lunes pasado marcó el inicio del juicio contra el ex Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien enfrenta acusaciones de intentar ocultar pagos a una actriz de cine para adultos con el propósito de mantener en secreto un encuentro sexual indebido. Este juicio constituye un hito, siendo el primer proceso penal contra un expresidente en la historia de los Estados Unidos.

La apertura de este juicio penal, sin precedentes para un exmandatario estadounidense, fue un recordatorio contundente de que el que alguna vez fue el candidato republicano a la presidencia ahora se encuentra sentado en una sala de Manhattan como acusado.

Trump, quien ha proclamado su inocencia ante los 34 cargos graves de falsificación de registros comerciales, estuvo presente junto a sus tres abogados mientras comenzaba el proceso de selección del jurado. Durante este proceso, observó cómo los fiscales y sus defensores discutían sobre la admisibilidad de las pruebas y se comunicaba con ellos intercambiando notas.

La tarea de seleccionar un jurado imparcial y justo entre más de 50 personas resultó ser un desafío, ya que muchos fueron descartados de inmediato al expresar su incapacidad para ser objetivos.

Trump mantuvo un perfil bajo en la sala del tribunal el lunes, aunque la polémica en torno a su retórica inflamatoria volvió a surgir, con una nueva solicitud por parte de la Fiscalía de Manhattan para que el juez Juan Merchán lo sancione por violar la orden de silencio emitida por el tribunal.