Peso Pluma cambia de look, desata furor y regresa a ser crush nacional
El famoso cantante mexicano ha vuelto a desatar revuelo con su reciente cambio de imagen; así es como luce.
Emilio Hassan Kabande Laija, mejor conocido como Peso Pluma, acaba de volverse tendencia por su radical cambio de look que dejó ver ligeramente en una selfie y provocó gran revuelo entre la audiencia.
El mexicano se dio a conocer por su característico mullet, el cual lo acompañó en las mejores épocas de su carrera, es decir, cuando se volvió famoso mundialmente gracias a sus temas de corridos tumbados y colaboraciones de otros géneros.
Ahora el joven cantante dio una gran sorpresa a sus fans y a través de Instagram dio a conocer que estaba ya en pre-saved su nuevo material discográfico, esto con el fin de promocionar lo que acaba de lanzar para sus seguidores.
Sin embargo, esto no fue lo que realmente llamó la atención, si no el cambio que hubo en su imagen pues ya no lucía el mismo corte de siempre, el cual generó curiosidad desde un principio y siempre fue cuestionado sobre éste.
Incluso reveló en una entrevista con Jimmy Fallon que se trató de un error porque le hicieron el corte mal y terminaron por realizarse un mullet al estilo del 80, mismo que le otorgó esa peculiaridad para distinguirlo.
Nuevo look de La Doble P
El famoso ahora dejó en el pasado muchas etapas de su vida y al parecer también incluyó el corte de cabello que tanto le dio particularidad para diferenciarlo, sin embargo, ahora su nuevo look le ha hecho volver a ser crush nacional.
Y es que Kabande Laija siempre ha sido de los artistas más solicitados entre la audiencia, tanto por su música como por su atractivo físico, por ello es que el cambio le ha devuelto popularidad como uno de los cantantes más guapos, como lo han tachado en redes.
El joven luce ahora un corte más común, pero que le ha otorgado un mejor aspecto pues le ayuda a resaltar mejor sus rasgos faciales, con especial distinción en la quijada que le da ese toque de mayor masculinidad al rostro del famoso.
Fuente: Milenio