Un manifestante enmascarado, montado en una motocicleta todo terreno y ondeando una bandera mexicana, se ha convertido en el ícono visual de las protestas que estallaron en Los Ángeles tras las recientes redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

La escena fue captada por drones durante las manifestaciones del fin de semana y ha circulado ampliamente en redes sociales, desatando un fuerte debate político en Estados Unidos. En los videos también se observa a otros manifestantes portando banderas mexicanas mientras se enfrentaban a agentes federales en distintas zonas de la ciudad.

Para algunos, la imagen representa un acto de resistencia y orgullo identitario; para otros, es una provocación que ha sido utilizada por sectores conservadores como argumento contra los movimientos pro-inmigrantes.

Respuesta política inmediata

Desde la red social X, figuras republicanas como el vicepresidente JD Vance no tardaron en reaccionar:

“Insurrectos que portan banderas extranjeras están atacando a agentes de inmigración, mientras la mitad de los líderes políticos del país ha decidido que el control fronterizo es malo”.

La senadora Katie Britt (R-AL) exigió:

“Desfinanciar las jurisdicciones santuario. Financiar a ICE”.

Mientras tanto, el senador Bernie Moreno (R-OH) fue tajante:

“Un mensaje sencillo para los inmigrantes indocumentados: váyanse ya”.

Desde el Comité Nacional Republicano del Congreso, Christian Martínez acusó a los demócratas de “priorizar a los inmigrantes ilegales por encima de los ciudadanos estadounidenses”.

El impacto de las imágenes también generó preocupaciones entre voces progresistas. El activista Armand Domalewski ironizó al escribir:

“Juro que este tipo tiene que ser una planta republicana”.
Y el analista político australiano Drew Pavlou lo calificó como
“propaganda perfecta para Trump y Stephen Miller”.

Redadas, disturbios y despliegue de tropas

Las protestas comenzaron luego de una serie de redadas masivas realizadas por ICE el viernes, que provocaron indignación entre comunidades migrantes y organizaciones civiles. Los disturbios del sábado dejaron varios heridos y detenidos; al menos una persona fue arrestada por lanzar una bomba molotov que lesionó a tres agentes federales.

En respuesta, el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de 2,000 elementos de la Guardia Nacional en Los Ángeles. Las tropas comenzaron a arribar durante la madrugada del domingo para reforzar la seguridad tras los enfrentamientos.

El gobernador de California, Gavin Newsom, condenó la decisión del Ejecutivo federal:

“Estas acciones son intencionadamente incendiarias. Solo aumentarán las tensiones y empeorarán una situación ya delicada”.

Fuente: Excelsior