Las lluvias torrenciales registradas durante los últimos días provocaron el desbordamiento del río Cazones y dejaron a gran parte de la ciudad bajo el agua, en medio de una de las emergencias más graves de los últimos años en el norte de Veracruz.

Calles, viviendas, negocios y autos quedaron completamente anegados. Las colonias Lázaro Cárdenas, Morelos, Santa Elena y La Rueda figuran entre las más afectadas, donde vecinos han perdido prácticamente todo.

De acuerdo con reportes oficiales, al menos 17 personas han perdido la vida en la región norte del estado, la mayoría en Poza Rica, mientras que cientos de familias fueron evacuadas a albergues temporales.

El desastre ha golpeado con fuerza la economía local: el sector automotriz reporta pérdidas totales en siete agencias, y más de 150 negocios y viviendas sufrieron daños severos.

En medio del caos, habitantes han denunciado saqueos en tiendas Oxxo, Coppel y Elektra, lo que ha incrementado el temor y la indignación entre la población. “No tenemos luz, agua ni comida, y todavía vienen a robar”, relató una vecina en redes sociales.

Equipos de Protección Civil, la Secretaría de Marina y el Ejército Mexicano continúan con las labores de rescate, mientras que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y autoridades mexicanas evalúan los daños para definir zonas de desastre.

El Gobierno de Veracruz informó que las clases y actividades administrativas están suspendidas del 13 al 17 de octubre en 41 municipios, entre ellos Poza Rica, Álamo y Tihuatlán.

Las imágenes de devastación han conmovido al país: calles convertidas en ríos, vehículos flotando, familias rescatadas en lanchas y montones de lodo donde antes había hogares.

Mientras tanto, la ayuda avanza lentamente y los habitantes insisten en una sola exigencia: “que no se olviden de Poza Rica”.