Washington.— El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitó este lunes la Casa Blanca para reunirse con el presidente Donald Trump, en un encuentro marcado por la presión internacional para poner fin a la guerra en Gaza.

Durante la reunión, Trump presentó un plan de 21 puntos que busca un alto al fuego inmediato, la liberación de rehenes en manos de Hamas, el desarme del grupo y una retirada escalonada de las fuerzas israelíes del enclave. La propuesta también contempla que autoridades árabes y organismos internacionales supervisen la etapa de transición, e incluso se plantea un eventual papel de la Autoridad Palestina en la administración de Gaza.

Aunque Netanyahu expresó disposición a analizar la propuesta, mostró reservas respecto al rol de la Autoridad Palestina y subrayó que cualquier esquema de transición debe garantizar plenamente la seguridad de Israel.

La urgencia de un acuerdo se ve reforzada por el saldo devastador del conflicto, que según las autoridades gazatíes ha dejado más de 66,000 muertos.

En paralelo, los Emiratos Árabes Unidos presionaron a Netanyahu para que apoye el plan de Trump y advirtieron que una eventual anexión de Cisjordania podría debilitar los esfuerzos de normalización diplomática con países árabes.

El encuentro en Washington podría marcar un punto de inflexión en la guerra y en la política regional, aunque persisten dudas sobre la viabilidad del plan y la disposición de todas las partes para cumplirlo.