El famoso “este año sí”
Cinco promesas que todos hemos hecho alguna vez
Porque la motivación es bonita… pero sin disciplina no llega muy lejos.
Enero llega con energía renovada, café recién cargado y una versión de nosotros que jura que ahora sí todo será diferente. El problema no es querer cambiar, sino creer que con decirlo basta. Estos son cinco “este año sí” que casi todos hemos pronunciado con convicción absoluta… y que merecen una pequeña reflexión.
1. “Este año sí voy a hacer ejercicio”
Empieza fuerte: tenis nuevos, playlist motivacional y foto mental de cuerpo fitness. Tres semanas después, los tenis siguen limpios… porque nunca salieron del clóset.
Reflexión: no necesitas entrenar como atleta olímpico, solo moverte con constancia. Diez minutos hoy valen más que una hora que nunca llega.
2. “Este año sí voy a ahorrar”
El plan es perfecto… hasta que llega enero con tarjetas saturadas, antojos pendientes y “ofertas irrepetibles”. El ahorro se convierte en intención noble.
Reflexión: ahorrar no es guardar lo que sobra, es separar antes de gastar. Poco, pero seguido.
3. “Este año sí voy a comer sano”
Duró lo que duró la ensalada del lunes. El martes ya estabas negociando con la pizza “porque la vida es corta”.
Reflexión: comer sano no es castigo ni perfección, es equilibrio. No se trata de prohibir, sino de elegir mejor más veces.
4. “Este año sí voy a organizar mi vida”
Agenda nueva, notas de colores, apps descargadas… caos intacto. Porque querer orden sin hábitos es como querer limpieza sin barrer.
Reflexión: el orden no se logra en un día, se construye con rutinas simples y repetidas.
5. “Este año sí voy a ser constante”
La frase más irónica de todas. La decimos con emoción… y la olvidamos a la primera incomodidad.
Reflexión: la constancia no se siente épica. Es aburrida, repetitiva y silenciosa. Justo por eso funciona.
El mensaje detrás del chiste
Decir “este año sí” no está mal. Al contrario, significa que todavía tienes ganas, esperanza y voluntad. Pero la motivación es solo el arranque. La disciplina es la que sostiene el camino cuando el entusiasmo se acaba.
No necesitas hacerlo perfecto, solo hacerlo seguido.
Tal vez este año no sea el año del “sí mágico”, sino el del “hoy también, aunque cueste”. Y con eso, créelo, es más que suficiente.