Preside Papa Francisco Viernes Santo y habla del dolor de la guerra, la inmigración y de la violencia de género
En la basílica de San Pedro, el papa Francisco presidió en silencio el rito por la Pasión de Cristo en el Viernes Santo.
Evocó el dolor de la guerra, la inmigración y la violencia contra las mujeres. Vestido con los paramentos rojos de la Pasión y sin el anillo del Pescador, ingresó en su silla de ruedas.
Oró en silencio ante el Altar de la Confesión y frente a un crucifijo cubierto por una tela púrpura. Tres diáconos entonaron los pasajes de la Pasión de Cristo según san Juan.
Posteriormente, el cardenal Raniero Cantalamessa pronunció una profunda reflexión sobre el poder del gesto de Jesús. Criticó a los poderosos de la tierra y recordó que Jesús sigue dirigiéndose al hombre actual.
Dirigió una crítica a la idea pretérita de triunfo de la Iglesia católica. El rito fue seguido por 4 mil 500 fieles en la nave central del templo y numerosos prelados de la Curia Romana.
Esta noche, el papa Francisco presidirá el tradicional Vía Crucis en el Coliseo Romano, ha escrito por primera vez las meditaciones que se leen en cada estación del Vía Crucis.