El exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, volvió a quedar tras las rejas luego de que un juez federal le dictara prisión preventiva justificada, tras ser detenido nuevamente el pasado 8 de diciembre por presunto lavado de dinero.

La Fiscalía General de la República (FGR) acusó a Duarte de operar recursos de procedencia ilícita por al menos 73 millones de pesos, señalando que durante su administración habría desviado fondos públicos mediante empresas fachada para ocultarlos en el sistema financiero. El juez consideró que existen elementos de riesgo de fuga y gravedad de los hechos, por lo que decidió mantenerlo recluido.

Duarte fue trasladado al penal federal de máxima seguridad El Altiplano, donde permanecerá mientras avanza el nuevo proceso penal federal, independiente de las causas anteriores por peculado por las que ya había sido extraditado en 2022.

La medida marca un giro importante en la situación legal del exmandatario, ahora investigado bajo cargos adicionales autorizados recientemente por autoridades de Estados Unidos.

El caso sigue en desarrollo y promete convertirse en uno de los procesos más relevantes del cierre de 2025 en materia de combate a la corrupción.