La actriz Aislinn Derbez abrió su corazón en una reciente entrevista para el pódcast Se Regalan Dudas, en la que compartió los momentos más difíciles de su infancia, marcada por la relación conflictiva de sus padres, Eugenio Derbez y Gabriela Michel.

“Mis papás se odiaban”

Durante la conversación, Aislinn confesó que creció en un ambiente disfuncional y lleno de gritos constantes entre sus padres, lo que la colocó desde muy pequeña en una posición emocional compleja.

“Yo tuve unos papás que se odiaban a un nivel que no te puedes imaginar. Muchos gritos, no querían hablarse entre ellos, entonces yo era el teléfono descompuesto”.

La actriz relató que desde los cinco años estuvo expuesta a fuertes discusiones y lenguaje inapropiado, lo cual dejó huellas emocionales profundas. Aseguró que su padre no fue violento, pero sí lo calificó como “cobarde” por no haber puesto límites a tiempo:

“Pon tú que mi papá no era tan violento, pero tenía cierta cobardía para no poner límites”.

Impacto emocional en su vida adulta

Aislinn reconoció que esta experiencia afectó su manera de relacionarse en la adultez, especialmente en su matrimonio con el actor Mauricio Ochmann, del cual se separó en 2020. Según explicó, buscó con todas sus fuerzas evitar repetir el patrón de sus padres.

“Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que esta relación sí funcione y sí dure, a diferencia de la de mis papás… por eso el abandono, por eso desvivirme”.

El desafío de ser madre

Visiblemente conmovida, Aislinn compartió también que la crianza de su hija ha sido uno de los retos más importantes de su vida. Reconoce que muchos de sus conflictos internos se reflejan en su manera de criar y que ha trabajado por ofrecerle a su hija una versión más consciente de sí misma:

“Los adultos espejeamos nuestros vínculos paternales con nuestros hijos… tengo muchos roces con mi hija, pero busco ofrecerle mi mejor versión”.

Una voz para la sanación

Las declaraciones de Aislinn Derbez han generado gran impacto entre la audiencia, al visibilizar los efectos de la infancia en la vida emocional adulta y abrir el diálogo sobre la salud mental, la maternidad y la necesidad de sanar heridas del pasado.

Fuente: Milenio